La revista GQ hace algún tiempo, en su
edición alemana publicó a varias parejas de hombres besándose en los labios. Lo
interesante es que no son gays ni bisexuales. Se trataba de hombres
heterosexuales que posan de esta manera para denunciar la persecución que
sufren las personas LGBT en otras partes del mundo.
La campaña se tituló #Mundpropaganda y
quiería denunciar las leyes homofóbicas rusas que criminalizan cualquier
expresión pública a favor de la comunidad LGBT y la llaman "propaganda
gay".
¿Cuál es el mensaje?
Ellos exigen vivir en una sociedad libre de prejuicios que les permita a dos personas
del mismo sexo besarse en público, por ejemplo, sin que sean objetos de
agresiones o críticas de terceros.
José Redondo-Vega, editor jefe de la
revista comentó: "la intolerancia que aún enfrentan los homosexuales es
espantosa. Con #Mundpropoganda, queremos enviar un mensaje claro contra la
intolerancia y a favor de una sociedad libre, así como también, hacer una
llamada que la gente comparta este pensamiento".
Aunque las leyes y acuerdos de protección
de Derechos Humanos proscriban la discriminación, la intolerancia hacia los
homosexuales está vigente y en auge.
En 55 países se les persigue y no se admite la libre orientación sexual; como muestras más desgarradoras están los asesinatos en Brasil por los denominados "escuadrones de la muerte", las lapidaciones en Argelia, las operaciones de castigo en Perú, las torturas en Rumanía, el internamiento en psiquiátricos en Rusia, los crímenes neonazis en EE.UU. y las ejecuciones en Irán, entre otras expresiones de barbarie.
Pero la homofobia, la fobia a la homosexualidad, no tiene solamente una proyección sanguinaria como la descrita, también está presente de forma continua y latente en nuestras sociedades de muy diversas maneras.
La
difamación y el silencio que se otorga a la realidad de transexuales, lesbianas
y gays, en el ámbito educativo, laboral y social, la tergiversación de su
imagen alimentando prejuicios que presentan la homosexualidad como una
degeneración o una enfermedad, la ocultación sistemática de imágenes positivas
o la no equiparación de derechos que exigen, por ejemplo, las resoluciones del
Parlamento Europeo son también discriminaciones homófobas.
NO A LA HOMOFOBIA
SI A LA TOLERANCIA Y LA INCLUSION
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