La opresión social consiste en maltratar
injustamente y de manera discriminatoria a personas o grupos de individuos, por
pensar que son diferentes a uno o peor aún por sentir que son seres inferiores.
En el procedimiento antiopresiva, el Trabajo Social contemporáneo ofrece una
perspectiva que incita a la reflexión crítica y el análisis de los efectos que
este problema social causa en los individuos, familias y comunidades que son
víctimas de este tipo de discriminación. Siendo responsabilidad de la profesión
determinar las limitaciones estructurales de los grupos o personas afectadas,
procurando establecer y analizar cuáles son sus fortalezas y recursos, con el
compromiso de gestar políticas que le permitan desarrollar y empoderar sus
niveles de bienestar tanto individual como social.