La administración de políticas sociales es un campo multidisciplinario que involucra la planificación, implementación y evaluación de programas y políticas destinadas a mejorar el bienestar de las comunidades. Este proceso se enmarca en un contexto histórico y social que ha evolucionado a lo largo del tiempo. Para comprender este contexto, es importante considerar diversos factores, como lo son los cambios políticos, económicos y sociales que han influido en el desarrollo y la implementación de estas políticas.
"Las políticas sociales deben ser
entendidas como el conjunto articulado de lineamientos, formulaciones,
decisiones, acciones y proyecciones estratégicas explícitas, permanentes,
sistemáticas y conflictivas consensuadas socialmente, definidas desde los espacios
estatales, con participación de la iniciativa privada y la sociedad civil,
tendientes a modificar y transformar el fondo y la forma de una cuestión social
sobre un tema en particular, como por ejemplo la alimentación, la educación, la
salud, etcétera" (Arteaga, 2001).
En el pasado, tanto los gobiernos
liberales como los revolucionarios y posrevolucionarios han utilizado programas
sociales para abordar las necesidades de sus pueblos. Estos programas han sido
implementados en diferentes momentos y contextos históricos y han sido
influenciados y liderados por diferentes autores, corrientes de pensamiento y
movimientos sociales. La administración de estas políticas sociales durante su
historia se ha basado en métodos y teorías provenientes de disciplinas como la
sociología, la historia, la economía, el derecho, la ciencia política, la
geografía, la estadística y la filosofía. Estas disciplinas proporcionan
herramientas y enfoques para comprender y abordar los desafíos sociales y
diseñar políticas adecuadas para solucionar cada necesidad que ha tenido que
enfrentar la sociedad.
La Doctora María del Carmen Pardo López (1998) en su trabajo La Administración de la Política Social: Cuatro Estudios, hace un intenso análisis histórico sobre el tema, concluyendo que en la era de la Gran Depresión (década de 1930) la crisis económica conllevo a un mayor reconocimiento de la necesidad de intervención gubernamental en la provisión de servicios sociales. El New Deal en Estados Unidos introdujo una serie de programas y reformas sociales, como la Seguridad Social, que sentaron las bases para el estado de bienestar moderno. Después de la Segunda Guerra Mundial, muchas naciones industrializadas desarrollaron sistemas de seguridad social más amplios y programas de asistencia social para garantizar la protección de los ciudadanos en áreas como la atención médica, la jubilación y el desempleo. Estos sistemas de bienestar fueron parte de un enfoque más amplio para garantizar un alto nivel de vida y la igualdad de oportunidades.
En muchas partes del mundo durante la
década de los 80’ y 90’, hubo un cambio hacia políticas más orientadas al
mercado y la reducción del gasto público en servicios sociales. Este período se
conoce como la era del neoliberalismo. Se buscaron formas de descentralizar la
administración de políticas sociales y aumentar la eficiencia, a menudo a
través de la privatización de servicios. Durante el siglo XIX y principios del
siglo XX, la atención social estaba en gran parte a cargo de organizaciones
filantrópicas y religiosas.
Finalizando esta época la administración
de políticas sociales se basaba más en la caridad y la beneficencia. El rápido
crecimiento de las ciudades y la industrialización llevaron a problemas
sociales cada vez más complejos. Sin embargo, ya en el siglo XXI la
administración de políticas sociales se enfrenta a desafíos mucho más complejos
como el envejecimiento de la población, la creciente desigualdad económica, la
globalización y la sostenibilidad ambiental.
Además de que la llegada inminente y atropelladora de la tecnología y las redes sociales transformaron radicalmente la forma en que se intervienen las nuevas políticas sociales. Intervenciones que enfrentan en la actualidad múltiples y complejos dilemas relacionados con su administración y gerencia. Lo que ha conllevado desafíos inherentes a la implementación de estas, afectando la interacción con los individuos y comunidades a las que se dirigen estos programas.
El portal de internet “Autonomía Ética”
(2013) menciona en su blog digital, los dilemas más relevantes de la profesión
del trabajo social, donde destaca la ética, la confidencialidad, la autonomía
de los usuarios, la incompetencia profesional, la distribución errada de los
recursos, la mala gestión en los tiempos de intervención, la burocracia, como
algunos dilemas importantes a los que se enfrentan los nuevos administradores
sociales. Los trabajadores sociales también se enfrentan a un dilema muy común
en nuestra realidad actual y es el desafío de lidiar con los reajustes de las
políticas sociales, que a menudo pueden resultar en el deterioro de la
intervención social. La constante práctica de estos reajustes puede ser la
disminución de los recursos y servicios disponibles para los individuos y
comunidades que se benefician de las políticas sociales
El equilibrio entre la prestación del
servicio social y el trabajo comunitario en el campo es uno de los dilemas más
importante que como profesionales debemos enfrentar y en donde como agente de
cambio de esta Urbe de Papel, quiero ser gestor y hacedor de sueños posibles y
vivibles. Es importante rescatar el trabajo comunitario directo con cada
persona, cada comunidad y sus necesidades. Una inserción frontal más allá de la
simple prestación de servicios sociales desde los escritorios, incluso desde
las plataformas sociales donde es muy común hoy día ver cómo se gestan e
implementan estos programas.
Establecer una comunicación efectiva: La
comunicación definitivamente juega un papel determinante en este proceso. Una
comunicación efectiva, clara y abierta es fundamental entre el trabajador
social y la comunidad que asiste. Esto implica escuchar activamente sus
necesidades, preocupaciones y perspectivas, para lograr responder de manera
comprensiva y con conocimiento de fondo. El trabajador social debe estar
capacitado profesionalmente para atender los problemas que afectan su
comunidad. Mientras mayor sea su dominio y conocimiento, mejor será su
respuesta y por ende el proceso de comunicación entre las partes.
Promover la participación comunitaria: Involucrar activamente a la comunidad en la toma de decisiones y en la planificación de programas y servicios es esencial para fortalecer la relación del trabajador social con la comunidad. Esto puede lograrse a través de la organización de reuniones comunitarias, grupos de discusión y encuestas para recopilar información y opiniones de los miembros de la comunidad.
Construir alianzas y colaboraciones:
Trabajar en colaboración con otras organizaciones y profesionales que estén
involucrados con el bienestar de la comunidad permitirá fortalecer la relación
del trabajador social con la comunidad y magnificará su poder de acción. Estas
alianzas posibilitan ampliar los recursos disponibles y facilitan la
coordinación de servicios para abordar de manera más efectiva las necesidades
de la comunidad.
En la nueva propuesta, el trabajador social debe remangarse los pantalones y salir al campo a servir a sus comunidades y esa deberá ser parte de la labor que pienso alcanzar al ser un gerente de políticas sociales. Se deben desarrollar programas en modelo red, donde todos los sectores intervengan y donde cada voz sea oída e interpretada. Tenemos que aprender y enseñar a comunicarnos, establecer los escenarios necesarios donde podamos integrarnos y todos lograr ser protagonistas del bienestar social. El mensaje debe convertirse en acción y está en solución y esa debe ser parte de nuestro compromiso social y humano, hacer de nuestra Urbe de Papel, un mejor lugar para vivir.
Rafael F. Carabano
MA P.R. Communication / Multimedia Journalism
Urbe de Papel
Referencias
Arteaga, C. (2001). La incidencia del trabajo social en la política
social. México: Porrúa.
Autonomía-ética. (2013, abril 14). autonomiaetica.wordpress.com.
Retrieved from Los dilemas éticos del trabajador social:
https://autonomiaetica.wordpress.com/2013/04/17/los-dilemas-eticos-del-trabajador-social/
La Caja de Herramientas Comunitarias.
(2022). Usar el trabajo social para mejorar el acceso. Capítulo 23. Retrieved
from ctb.ku.edu:
https://ctb.ku.edu/es/tabla-de-contenidos/implementar/barreras-acceso-oportunidades/incrementar-acceso-al-compromiso-comunitario/principal
Pardo-López, M. (1998). La
administracion de la politica social: Cuatro Estudios. Ciudad de México:
Universidad Iberoamericana.
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