abril 30, 2025

Infancias detenidas: la cara oculta de la migración


Cada año, miles de niños cruzan fronteras solos o acompañados, escapando de realidades que no eligieron: violencia, pobreza extrema, reclutamiento forzado, hambre. Son rostros pequeños que recorren caminos peligrosos con la esperanza de encontrar un lugar donde simplemente puedan vivir en paz. Sin embargo, para muchos, el sueño de protección termina tras los barrotes de un centro de detención migratorio.

Este es el lado menos visible - pero más cruel - de la migración infantil: una realidad marcada por encierro, abandono institucional y vulneraciones sistemáticas a los derechos más básicos de los niños.

Cuando huir no basta: los niños tras las rejas

A lo largo de 2023 y lo que va de 2024, múltiples informes han revelado las condiciones alarmantes en que se encuentran los niños migrantes detenidos en la frontera sur de Estados Unidos. Aunque existen protocolos internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño que prohíben la detención de menores por razones migratorias, la realidad dista mucho de respetar ese principio.

Niños que cruzan solos o que son separados de sus padres en la frontera pueden pasar días, incluso semanas, encerrados en instalaciones improvisadas —algunas conocidas como “hieleras” por las bajas temperaturas en que los mantienen. Allí, muchos duermen en el suelo con mantas térmicas, sin acceso constante a agua potable, atención médica ni acompañamiento psicológico.

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Un informe del Florence Immigrant & Refugee Rights Project documentó más de 300 casos de abuso físico o verbal contra menores bajo custodia entre 2023 y 2024. Testimonios de niños describen empujones, gritos, amenazas y tratos crueles por parte de funcionarios migratorios. Algunos relatan haber sido ignorados cuando pedían medicinas o atención por fiebre o heridas abiertas. En su soledad, muchos lloraban por sus padres, sin saber si volverían a verlos.

Trauma que no termina al salir

Para quienes logran ser liberados o reunificados, la pesadilla no termina. La detención prolongada, la separación familiar y el trato hostil dejan cicatrices invisibles: miedo constante, insomnio, ansiedad, depresión. Algunos niños desarrollan síntomas de estrés postraumático que afectan su desarrollo emocional, su capacidad de aprendizaje y sus relaciones futuras.

Lo más alarmante es que muchas veces, estos menores no reciben atención psicológica adecuada. Las organizaciones comunitarias que los apoyan tras la liberación no siempre cuentan con recursos suficientes, y el sistema de salud no está preparado para abordar traumas complejos de origen migratorio.

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Políticas que endurecen, derechos que retroceden

En los últimos años, se han aprobado normativas migratorias más estrictas que afectan especialmente a los menores. Algunas permiten la expulsión inmediata de personas que no ingresan por los puertos designados o limitan el acceso al asilo, incluso para quienes llegan con evidencia clara de persecución o violencia.

Esto ha provocado que niños —incluso algunos con ciudadanía estadounidense o estatus legal derivado— hayan sido deportados sin el debido proceso. Estos retrocesos han generado una creciente preocupación entre organizaciones defensoras de derechos humanos que denuncian que el enfoque de “seguridad fronteriza” está dejando a los niños aún más expuestos y desprotegidos.

¿Y ahora qué? Soluciones reales para proteger infancias migrantes

Frente a esta realidad, no basta con la indignación. Es urgente actuar desde distintos frentes para proteger a la niñez migrante:

🌐 A nivel gubernamental:

  • Prohibir por ley la detención de niños por razones migratorias, reemplazándola por alternativas más humanas como programas de acogida familiar o centros de asistencia comunitaria.

  • Asegurar procesos de reunificación familiar inmediatos, con asistencia legal gratuita y acceso a intérpretes.

  • Garantizar acceso a servicios de salud física y mental, incluyendo apoyo psicológico especializado en trauma migratorio.

  • Monitorear de forma independiente los centros de detención, con organismos externos que vigilen y documenten posibles violaciones de derechos humanos.


🤝 Desde la sociedad civil:
  • Ampliar redes de albergues temporales gestionados por organizaciones sin fines de lucro, especialmente para niños no acompañados.

  • Crear campañas de sensibilización sobre la situación real de la niñez migrante, desafiando la criminalización y los discursos de odio.

  • Impulsar el trabajo de voluntarios que acompañen los procesos legales y emocionales de estos menores.

💼 Iniciativas privadas:

  • Empresas y fundaciones pueden financiar programas de educación, salud y apoyo emocional para niños migrantes.

  • Firmas tecnológicas pueden colaborar con plataformas seguras para la localización de familiares y asistencia legal remota.

  • El sector editorial y audiovisual puede ayudar a visibilizar esta realidad a través de documentales, libros y reportajes colaborativos.

Estadísticas alarmantes

  • Más de 100,000 niños migrantes detenidos anualmente en la frontera sur de EE. UU. desde 2021, con un pico de 152,057 en 2022 .

  • Más de 11,700 menores bajo custodia federal en diciembre de 2023, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Seguridad Nacional .

  • Más de 32,000 niños migrantes no localizados por las autoridades estadounidenses entre 2019 y 2023, aumentando el riesgo de trata y explotación .

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La infancia no tiene frontera

La niñez migrante no debería ser una categoría de riesgo. Son niños antes que migrantes. Tienen derecho a jugar, a aprender, a sentirse seguros. Tienen derecho a ser protegidos, no detenidos. Y aunque sus historias estén marcadas por el exilio y la incertidumbre, aún podemos decidir cómo escribimos los próximos capítulos.

Humanizar sus trayectos, garantizar su dignidad y brindarles nuevas oportunidades no es un gesto de caridad, es un deber ético. Porque ninguna política migratoria puede justificar el sufrimiento de un niño. Y porque la infancia, como la esperanza, no debería tener fronteras.

Rafael F. Carabano
MA Multimedia Journalism / MA P.R. Communication
Miami, Fl. - 2025, 30 de abril.
Urbe de Papel
Miembro de la Asociación de Periodistas Venezolanos en el Extranjero - APEVEX

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