marzo 28, 2023

Nayib Bukele y su Nueva Carcel - Políticas sociales que promueven la intolerancia y la exclusión social


El desarrollo tecnológico, la globalización, la llamada era digital son procesos que han permitido establecer sociedades de avanzada con grandes niveles de bienestar para los seres humanos. Pero de igual manera estos mismos adelantos han incrementado y desarrollado fenómenos nuevos que terminan estableciéndose como procesos de intolerancia y exclusión social. Estos están directamente relacionados y enfrentados con lo que se entiende como ciudadanía social.

Thomas H. Marshall fue quien acuñó este término en su obra Ciudadanía y clase social, publicada originalmente en 1950. En esta obra el define el concepto como aquellos derechos y libertades básicas que se otorgan a cada miembro de una comunidad. Es decir, “ciudadanía social, es el conjunto de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, así como una serie de deberes derivados, atribuidos a los ciudadanos de una sociedad” (Marshall, 1997).

Pero estos derechos pueden ser atropellados por las mismas políticas sociales, fomentando la intolerancia, dentro de sistemas de derechos establecidos. Estos fenómenos son colectivos, porque se aplican a grupos de individuos con características similares, quienes son prejuiciados por el resto de la sociedad. Por ejemplo los reclusos, hombres y mujeres que bajo políticas que pretenden resolver problemas sociales son privados de su libertad en centros penitenciarios, donde sus derechos quedan prácticamente anulados, promoviendo una absoluta exclusión social.


El 27 de marzo de 2022, se aprobó un régimen de excepción en El Salvador, solicitado ante la Asamblea Legislativa por el presidente de la república Nayib Bukele. Esta ley limita la libertad de encuentros, suspende los derechos de las personas a ser informado del por qué están siendo arrestados e incluso se pierde el derecho constitucional a ser asistido por un abogado. La violencia imperante en el país obligó al gobierno a instituir este tipo de medidas extremas con la intención de establecer un estado de seguridad y bienestar para todos sus ciudadanos.

Las autoridades salvadoreñas desde que implantaron el sistema han logrado detener a más de 61.000 personas vinculadas a las Maras, estos grupos de delincuentes que mantenían azotada la seguridad del país. Según la página web de la Asamblea Legislativa de El Salvador (2023), “también se han desmantelado 200 campamentos, se han incautado más de 2 mil armas de fuego y 14,500 teléfonos celulares. También han sido decomisado $1.5 millones en efectivo, proveniente del cobro de las extorsiones y $266 millones en droga” (Asamblea Legislativa, 2023). Para completar el plan del gobierno se creó, en tiempo récord el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), el más grande de América, el cual está capacitado con la tecnología, la seguridad, el personal y el espacio requerido para albergar a 40.000 de los más peligros reclusos del país.

En la madrugada del pasado 24 de febrero 2023, fueron trasladados los primeros 2000 reos al nuevo centro penitenciario, bajo los más fuertes controles de seguridad, pero también con el mayor despliegue publicitario y televisivo nunca visto para una situación similar, un espectáculo mediático que conlleva a pensar en razones más políticas que sociales. Había cámaras de video profesional ubicadas en cada lugar estratégico, los convictos vestían solo con calzoncillos blanco (todos iguales), sin calzados y rapados de la cabeza. Siguiendo complejas “coreografías” que evidentemente tienen que haber sido ordenadas y practicadas, previas al traslado.


Inmates accused of belonging to the MS-13 and 18th Street gangs arrive at a new "mega prison" called the Center for the Confinement of Terrorism in Tecoluca, 75km (45 miles) southeast of San Salvador. [Salvadorean Presidency/AFP]

Cada celda albergará a 80 reclusos, los cuales dormirán en camas de metal, sin colchón ni cobijas. No tendrán derecho a visitas de ningún tipo durante su periodo de condena (sin importar cuán extenso sea este), no hay en el penitenciario espacios para ejercicios físicos, centros educativos, religiosos o actividades al aire libre e incluso declaró el presidente Bukele, que si hay alguna represalia por parte de los pandilleros que aún están libres en contra de la comunidad, los reos no recibirán ningún tipo de alimentación hasta que las autoridades así lo consideraran. Es entonces cuando ejecutar una política social con la intención de lograr un bienestar para la sociedad, se hace dudosa, criticada e inapropiada, promoviendo definitivamente la intolerancia y la exclusión social.

Las Maras salvadoreñas están integradas en su mayoría por jóvenes que son reclutados obligatoriamente y sin opciones, por estos grupos pandilleros, hecho similar al que sucede con la guerrilla colombiana. Niños entrenados para cumplir órdenes y amenazados además con las vidas de sus familiares y sus propias vidas, en caso de no cumplir con las órdenes que se le indican. Mujeres y hombres que han convertido en delincuentes y que no conocen otro sistema de vida.


¿Merece este sector de la sociedad una oportunidad que promueva la tolerancia y la integración social? Definitivamente la política que procure la solución a una problemática social no debe convertirse en otra mayor. “La exclusión social es una acumulación de procesos confluyentes con rupturas sucesivas que van alejando y avergonzando a personas, grupos, comunidades y territorios con respecto a los centros de poder, los recursos y los valores dominantes” (Estivill, 2003).

Los problemas sociales son el resultado de decisiones irresponsables y egoístas de los integrantes de esta misma Urbe de Papel, que al final somos todos. Las políticas sociales referente al castigo del delito puede generar la vulnerabilidad en este sector que requiere atención, no solo reprensión. El caso existente en El Salvador, no se soluciona con encarcelar a todo aquel que esté tatuado y marcado por las Maras, hay que investigar y evaluar que originó esta realidad social hace más de 20 años y determinar quién puede ser recuperado. Encarcelar al estilo Hollywood, no eliminará el problema… si hay hambre y no hay dinero, la gente robara para comer. Es indispensable generar políticas sociales de impacto que ofrezcan soluciones sin fomentar la exclusión y la intolerancia.

Rafael F. Carabano
MA Communication / MBA Multimedia Journalism
Marzo 28, 2023
Urbe de Papel
Miami - Florida - USA

Referencias:
• Asamblea Legislativa. (2023, enero 12). Régimen de excepción será ampliado por décima ocasión. Retrieved from www.asamblea.gob.sv: https://www.asamblea.gob.sv/node/12626#:~:text=En%20estos%20nueves%20meses%20del,un%20descenso%20de%20un%2035%20%25.
• Estivill, J. (2003). Panorama de la lucha contra la exclusión social. Ginebra: Oficina Internacional del Trabajo.
• Marshall, T. H. (1997). Ciudadanía y clase social. Madrid: Alianza.
• Mingione, E. (1993). Las sociedades fragmentadas. Madrid: Ministerio de Trabajo.

https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-07052008000100010#:~:text=La%20exclusi%C3%B3n%20social%20est%C3%A1%20muy,vida%2C...).

https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252016000100063

https://www.infobae.com/america/america-latina/2023/02/25/como-es-por-dentro-la-nueva-megacarcel-de-el-salvador-la-prision-mas-grande-de-america/

https://www.redalyc.org/pdf/305/30517306018.pdf

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