diciembre 03, 2022

La Dialéctica Hegeliana


La dialéctica hegeliana está compuesta esencialmente por elementos filosóficos que la doctrina desde un punto de vista progresista ascendente que conduce al contenido inconsciente de la razón a cobrar consciencia hasta llegar a una unidad sistemática. Su fundamento parte desde el mismo pensamiento que se desarrolla desde lo confuso a lo claro, de la contingencia a la unidad, constituyendo algo real, una verdad. En la dialéctica de Hegel la contradicción intrínseca en las propias ideas determina el factor de la relación entre ellas.

Como lo expresa el filósofo alemán, su dialéctica está enmarcada en tres momentos básicos y determinantes. La tesis, la que ejemplifica con una semilla sana y viva, la antítesis que estaría figurada por la misma semilla, pero ya descompuesta y en condiciones para hacerse una planta y la síntesis que sería la negación de la misma negación, entendiéndose según su planteamiento, como una nueva semilla que nace de la germinación de la semilla que originalmente murió y dio paso a esta transformación. Lo que pretende Hegel con este ejemplo es explicar, que este proceso es constante y repetitivo en todo lo real donde interviene el hombre, donde todo es parte de un flujo constante, donde cada nuevo momento es parte del anterior y resultado de su acaecer.

Amo y Esclavo
El propósito de Hegel con su planteamiento de esta dialéctica fue explicar la “totalidad de la realidad”. las relaciones humanas, la filosofía y su evolución, el arte, el mundo natural, la relación amo-esclavo, siendo este último de gran referencia para otros grandes autores como Marx, por ejemplo. Esta relación amo y esclavo describe la batalla entre conciencias que pretenden el reconocimiento entre ellas mismas, una de la otra, insertadas en un escenario netamente social.


Propone Hegel, que cuando una conciencia está sola, no siente que su certeza de conocimiento esté siendo evaluada, mucho menos en riesgo o amenazada, entiendo porque no hay competencia o parámetros de comparación. Cuando esta misma conciencia se enfrenta a otra, esa seguridad se desequilibra ya que pierde el poder de poseer la razón total, ahora podría estar sometida a la duda, ya no es ella quien solo determina la verdad del mundo. El deseo es fundamental en esta dialéctica, ya que es el motor que impulsa a la conciencia hacia el exterior, la expone a conocerlo, enfrentarlo y negarlo, ya que una vez que conoce un objeto, lo reconoce, consume y agota-anula.

En cambio, y a pesar de sentirse en riesgo, una conciencia al conocer otra conciencia no puede agotarla o negarla, ya que esta tiene vida propia, no depende de otra o de ella. Con la llegada de una nueva conciencia nace la oportunidad de aprobación o desaprobación, nace el espacio para el conflicto, el determinar quién tiene la razón, cual domina el conocimiento. En relación a este punto Hegel dice: «El movimiento es, por tanto, sencillamente el movimiento duplicado de ambas autoconciencias. Cada una de ellas ve a la otra hacer lo mismo que ella hace». Es decir, las dos conciencias saben que lo que ven no es un objeto, saben que la otra conciencia también le está mirando. En este punto, ¿qué ocurre? ¿Cómo reaccionan las dos conciencias una respecto a la otra?


Retomando el término amo-esclavo, según lo que plantea Hegel, la conciencia “amo”, será aquella que no tenga miedo a vencer, a salir del entorno, a arriesgarse y luchar. Un ejemplo de esto sería en una relación de amor, la conciencia-amo es aquella que no teme a que la relación acabe, aquella que se siente fuerte y completa para asumir el final, sin el temor a no saber enfrentarlo. Hegel expone, más contundentemente aún, “la conciencia-amo es la que no teme ni a la muerte”.

Independientemente de que la conciencia resulte amo o esclavo, lo fundamental de este planteamiento es la identidad que surge del reconocimiento de ambas conciencias entre sí. La identidad de una conciencia sólo puede constituirse desde el reconocimiento de otra conciencia. Establecido los rangos, el esclavo reconocerá la verdad del amo como absoluta, perdiendo conciencia de sí misma como verdad. El amo tendrá poder y control sobre el esclavo, este trabajará, producirá, vivirá solo para él, convencido además de que debe ser así. Ante esta realidad de obediencia, el amo entra en conflicto por ser aprobado y reconocido por una conciencia débil y esclava. Conflictuado el amo se pregunta, ¿este ser débil y cobarde tiene el peso y los créditos necesarios para determinarme cómo amo? ¿Soy realmente lo suficientemente poderoso para ser amo?


Por su parte el esclavo a través del trabajo que desarrolla para satisfacer al amo logra lidiar con los objetos hasta darle forma. Los objetos cobran importancia para él y dejan de ser funestos, ahora se convierten en parte importante de su libertad. En este desarrollo de crear para otros, el esclavo comienza a conocer sus propios gustos y a conocerse a sí mismo, los objetos ya no se agotan y consumen, ya no se anulan, toman valor incluso. Según Hegel, al final de esta relación, ninguno es libre, pero ninguno es completamente dependiente.

El resultado será un reconocimiento parcial y limitado, no mutuo, donde ambos podrían resultar insatisfechos e infelices. El reconocimiento y la aprobación determinará entonces nuestra conciencia y el nivel o poder de ella. Somos seres contradictorios por naturaleza y requerimos la jerarquización, la aprobación de aquello que consideremos superior.


¿Entonces somos todos esclavos de algunos y amos de otros? ¿Es el miedo, absoluta demostración de debilidad? ¿Existe lo absoluto, hay algo realmente completo o total? 

Yo pienso que el miedo es circunstancial y natural de todo ser vivo, autoprotección y supervivencia, es enseñado formalmente, nos educan para tener miedo. La dialéctica de Hegel, literal y coloquialmente hablando “me vuela los tapones” definitivamente somos resultado de la aprobación de otros, existimos y nos comportamos para ser aprobados, dependemos emocionalmente de ello. 

Si somos esclavos o amos, aun debo investigarlo más, lo que sí entiendo es que la conciencia es mucho más compleja y maravillosa de lo que podemos imaginar y de allí sus laberintos, sus aciertos y sus fracasos.


Rafael F. Carabano
MA Communication / MBA Multimedia Journalism
December 02, 2022
Miami

Referencias

Dri, R. (2016). Hegel. La doctrina de la esencia y las contradicciones en el camino de la creación del sujeto y del Estado. Buenos Aires: Biblos.

Espinoza Lolas, R. (2016). Hegel y las nuevas lógicas del mundo y del Estado. Madrid: Akal.

Filosofía&Co. (2021, Diciembre 15). ¿Necesitamos el reconocimiento del otro para forjar nuestra identidad? Retrieved from filco.es: https://filco.es/el-amo-y-el-esclavo-hegel/#:~:text=En%20la%20dial%C3%A9ctica%20del%20amo,(nadie%20duda%20de%20ella).

Leon, S. (2012, June 14). La dialéctica hegeliana. Retrieved from La Sangre del León Verde: https://www.lasangredelleonverde.com/la-dialectica-hegeliana/

Troeltsch, E. (1961). LA DIALECTICA HEGELIANA. In E. Troeltsch, Der Historismus und seine Probleme (pp. 243-277). Tübingen: J. C. B. Mohr.







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