Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) han sido una preocupación de salud pública durante décadas, y en los últimos años se ha registrado un aumento alarmante en su prevalencia entre la población juvenil, particularmente en áreas urbanas como Miami. Este fenómeno ha generado preocupación tanto en los sistemas de salud como en las comunidades locales, ya que las ETS pueden tener consecuencias graves, tanto para la salud individual como para la salud pública en general.